La importancia de mantener unos mínimos códigos de conducta y de imagen personal podría mantener ocultos ciertos hábitos que produjeran rechazo a los demás y en consecuencia una mala imagen que transmitiera distanciamiento, decepción o pérdida del poder e influencia.
Es cierto que vivimos en el mundo de la imagen y que ésta resulta muy influyente en las relaciones personales, institucionales o las empresariales.
Cuando algo no se conoce por dentro, está claro que lo que se deja ver desde fuera puede inducir a sacar unas conclusiones no correctas sobre la persona, cosa o entidad que se valora. El concepto de primera impresión parece pesar mucho, porque una mala imagen puede producir efectos negativos de difícil reconducción.
Una buena imagen personal es aquella que cuida el aspecto personal y los movimientos de su cuerpo, sabe vestir acorde con las circunstancias, comunica y sabe hablar, sus gestos son elegantes y observa las principales normas de cortesía y de comportamiento. Por lo tanto, la imagen personal es el conjunto de todo aquello que uno transmite por sí mismo cuando actúa ante los demás. es aquello con lo que se quedan los demás, es decir, el físico natural, la apariencia de gusto y la forma de expresarse.
La imagen personal afecta básicamente a los siguientes factores:
- Características físicas (alto, bajo, guapo, feo, gordo, flaco…).
- El mantenimiento de las características físicas (aseo y limpieza personal).
- Forma de peinarse, de vestirse, de llevar complementos…
- Movimientos corporales (saber andar, sentarse, estar de pie…).
- Manera de expresarse (hablar, oír, comunicar, gesticular, mirar, convencer…).
- Forma de ser (optimista, pesimista, neutro, emprendedor, prudente, ambicioso, cercano, distante…).
- Estilo de vida (moderno, clásico, tradicional…).
- Personalidad (serio, cumplidor, listo, hábil, inteligente, torpe, superficial….).
- Profesionalidad (si domina o no su especialidad).
La imagen personal se la hace uno a sí mismo de forma constante. Pero la imagen que uno debe debe transmitir es aquella que más se acerca a su forma de ser.
Una de las principales claves para transmitir una buena imagen es el cuidado del aspecto físico. Donde además de los factores anteriormente mencionados debemos tener en cuenta la ropa, el peinado, la comunicación y sus técnicas, etc,..
Por último, debemos de tener en cuenta que: «LA PERSONA MÁS INFLUYENTE NO ES LA MÁS ATRACTIVA, SINO LA QUE MEJOR CONVENCE Y MÁS SABE. Y PUEDE TENER UNA IMAGEN DESASTROSA».

