Muchas veces te pasas el día trabajando y al final del día tienes la sensación de no haber hecho nada. Para que eso no te pase lo mejor es establecer un sistema de organización:
- Planifica. Apunta todo los que tienes que hacer durante el día, la semana o el mes de trabajo.
- Identifica. Las tareas que tienes que hacer sí o sí cada día y las que puedes encajar al final del día o al día siguiente sin mucho problema. Es decir, establece prioridades según la urgencia y los objetivos que quieras conseguir.
- Agrupar tareas para facilitar el trabajo, contestar emails todos a la vez, en lugar de contestar ahora unos poco y después otros pocos…., por ejemplo, si gestionas un blog una forma de agrupar las tareas es: escribir todos los post de la semana a la vez, editar las fotos para los post todas a la vez, etc…
- Tiempo. Asigna un tiempo a cada tarea, es decir, pon una fecha de inicio y de fin. Hay tareas que se hacen en un día, pues asigna tiempo para hacer esa tarea concreta, por ejemplo, una hora para contestar emails, dos horas para escribir post del blog, etc. Como hay tareas rutinarias que se repiten en el trabajo lo mejor es cronometrar cuanto tiempo tardas en hacer cada tarea para saber el tiempo exacto y cuadrar mejor la agenda. Además las tareas rutinarias llega un momento que las tienes automatizadas y cada vez te llevarán menos tiempo.
- Adelantar tareas. Si sabes que tienes que entregar algo la semana que viene no esperes a esa semana o al día antes para prepararlo, adelántate y hazlo lo antes posible para que no te pille el toro. Así si surge algún imprevisto, que siempre surge alguno, podrás resolverlo sin el agobio de estar pensando en que después tienes que preparar los documentos que necesitas entregar mañana.
¿Cómo te organizas en el trabajo?
¡FELIZ MIÉRCOLES!
